Centro Comunitario Ciudad Cuauhtémoc

Proyecto sociocomunitario con perspectiva resiliente que contribuye en la reconstrucción de tejido social en una comunidad altamente dañada por la violencia. De carácter pedagógico y sistémico, debido a que apuesta a un trabajo desde la perspectiva de la potencia y no desde la perspectiva de la vulnerabilidad, el CCCC es un proyecto colaborativo que entreteje saberes institucionales con una larga historia y saberes populares que provienen de las personas que habitan el barrio. Es un espacio para la vida y sus procesos; para el fomento edificante de la persona individual y de la persona colectiva; un lugar para acompañar y para ser acompañado; para desplegar, habilidades, capacidades y saberes; un espacio para la educación (formal, no formal y popular), que a través de sus acciones (en distintas áreas), promueve una perspectiva crítica y creativa sobre la realidad social para pensarla, analizarla, y sobre todo, para imaginarla distinta y construir sobre ese horizonte su transformación.
¿Cuál es el problema que están resolviendo?
Somos un proyecto que está contribuyendo, a través de una estrategia de prevención social de la violencia y con el trabajo educativo y psicosocial como principal herramienta, a los estragos que la violencia provoca en la comunidad de la que formamos parte. Ecatepec de Morelos es un municipio del Estado de México que cuenta con una población de 1, 677, 678 habitantes. Actualmente, es uno de los municipios más violentos y peligrosos no solo de México sino de América Latina. El aumento de la presencia de delincuencia organizada (que al día de hoy está vinculada con el 16% de los delitos en el país) ha deteriorado la calidad de vida de sus habitantes e inhibido la participación ciudadana. Aunado a esto, la cifra de feminicidios ha incrementado sustancialmente en esta entidad, donde Ecatepec se posiciona como el municipio más peligroso. Por su parte, tenemos a Ciudad Cuauhtémoc, una zona ubicada al noroeste de Ecatepec y colindante con los pueblos de Santa María y de Santo Tomás Chiconautla y Lomas de Tecámac, es considerada dentro de sus representaciones hegemónicas como un territorio periférico y de los más peligrosos del municipio (con una de las tasas de homicidio más altas con cerca de 40 asesinatos por cada 100 mil habitantes). Caracterizada por ser una zona con una considerable presencia de vidas rurales (que emigraron aproximadamente hace 35 o 40 años de lugares como Hidalgo, Veracruz o Puebla) y urbanas (que emigraron de colonias populares de la Ciudad de México tras el sismo de 1985), la construcción de Ciudad Cuauhtémoc data de finales de la década de los 70’s y en ella se dieron diversas formar de apropiación de terrenos; desde la compra formal de los mismos, hasta fenómenos como el “paracaidismo” y la toma política por parte de grupos de presión organizados cuya lucha central es la tierra (en términos inmobiliarios y de propiedad privada) y cuyo principal mecanismo es la coerción. Ciudad Cuauhtémoc vive un proceso de urbanización que disputa los escenarios de un entorno en el que confluye un corredor comercial bien definido a través de su avenida principal (Circuito Cuauhtémoc), escuelas del nivel básico y medio superior, así como una infraestructura habitacional definida por la figura de plazas y una cantidad considerable de terrenos baldíos y basureros, que a medida que la migración se expande, son tomados para seguir poblando el cerro característico en la parte alta del lugar. Ciudad Cuauhtémoc es, además, muchas veces ubicado como el lugar donde se encuentra el Centro Preventivo y de Readaptación Social de Ecatepec, uno de los más poblados del país y cuyo índice de hacinamiento es el más alto a nivel nacional. El escenario violento es innegable y lo protagonizan delitos como el robo (principalmente en transporte público) y la extorsión; el primero, asociado más a violencias artesanales y la segunda, ligada a la Delincuencia Organizada y al cobro de piso que hace ésta a negocios de diverso giro (tianguis, mercados concurridos, locales informales en vías públicas y locales comerciales establecidos). A estos delitos es importante añadir la ya mencionada alta tasa de homicidios, lo que ha puesto nuevamente a este territorio como un punto crítico de la vulneración que viven muchas comunidades en México. Siendo todavía más específicos, están la violencia asociadas a las juventudes y a las mujeres; las primeras, implicadas principalmente en su ejercicio, pero víctimas directas también de sus estragos; las segundas, profundamente vulnerabilizadas dentro de un sistema social que en el peor y más indecible de los casos, las desaparece, las mata y las lastima y en el que en el mejor de los mismo, las "atiende" revictimizándolas o revulnerabilizándolas con una atención que no iguala ni mejora las condiciones individuales y estructurales. Las juventudes de Ciudad Cuauhtémoc son amplias y despliegan su vida en la comunidad; sin embargo y como muchas otras en el país, viven un panorama de riesgo pese a ser uno de los grupos etarios con mayores potencialidades. Educativamente, la colonia tiene una cobertura casi total solo hasta la educación secundaria; posteriormente la preparatoria y el bachillerato, tiene una cantidad menor de ingresos, aunque todavía una parte considerable de las y los jóvenes pueden tener acceso a alguno de los varios centros de educación media que hay en la zona. Lamentablemente, al hablar de educación superior la franja de acceso se hace sumamente estrecha y son pocas las juventudes que acceden a ésta; la mayoría, si tienen el deseo y, sobre todo, la oportunidad de hacerlo, estudiará fuera de su territorialidad; muchas veces en otras zonas, municipios o incluso ciudades; lo que implica un desgaste que impacta directamente en sus vidas. Laboralmente las juventudes tienen también posibilidades estrechas; cultural y deportivamente la oferta es escasa y sin embargo desde sus construcciones e identidades las y los jóvenes logran generar expresiones de resistencia y de participación. Por su parte, las mujeres son el núcleo de la estructura social del barrio; por ellas atraviesa el trabajo de los cuidados, la economía interna de la comunidad y la mayor parte de los procesos de participación social y política a nivel de territorio; sin embargo, son también la población que más estragos muestra en su desarrollo. Prácticamente el escenario termina siendo el de una resistencia y supervivencia permanente. Su voz ha sido mayoritariamente arrebatada y la vida es una disputa cotidiana; es por ello que la demanda más alta (a nivel comunitario) es la de espacios que posibiliten la oportunidad de encontrarse a sí mismas, de contarse historias, de compartir experiencias, de uso de tiempo personal y de la convivencia que sale de su día a día. En este sentido, podemos ver que estamos frente a comunidades atomizadas, inmunizadas y paralizadas frente al miedo que ha provocado la normalización de la violencia en sus distintas expresiones; todas, parte de un problema de salud pública que ha rebasado las capacidades institucionales (políticas y sociales), pero también comunitarias (interpersonales) e individuales que se tienen para afrontarla. Todos estos daños han venido generando también respuestas de resistencia y de construcción de alternativas para la paz, en la que distintos protagonistas sociales han decidido intervenir al respecto en este barrio; ciertamente herido y lastimado, pero lleno también de potencialidades para la construcción de alternativas que permiten que la vida se exprese. El Centro Comunitario Ciudad Cuauhtémoc (CCCC) nace en el año 2017 como una respuesta colectiva de esos distintos protagonistas sociales, ante la ausencia de referencias espaciales dentro de una de las colonias más lastimadas por la violencia en el municipio. Es por ello, que este espacio tiene como misión contribuir en la conformación de un ámbito comunitario de buen vivir a través de la implementación de procesos que promuevan la conciencia, la (re)construcción, la (re)significación y la transformación de las personas de Ciudad Cuauhtémoc. A largo plazo, este proyecto tiene como visión el poderse consolidar como un espacio de referencia donde se vivan los derechos humanos; donde se promueva la construcción de paz, la seguridad humana y el reencuentro individual y colectivo. Ser además un espacio que contribuya a la transformación de la realidad social, donde la vida de las personas se desarrolle de una manera diferente, promoviendo la conciencia personal, comunitaria y sociopolítica a través del arte, la cultura, la salud (en todas sus dimensiones), el deporte, el desarrollo y la apertura para distintos saberes: formales, informales y populares. Este proyecto logra aportar a la solución de las problemática planteada: 1) Fomentando la participación y la gestión comunitaria a través del diálogo, el encuentro y la convivencia. 2) Facilitando la conformación de espacios de convivencia sana e intergeneracional con perspectiva de derechos humanos que contribuyan a la (re)construcción, (re)significación y reparación de las personas y las comunidades. 3) Contribuyendo al incremento y desarrollo de habilidades psicosociales y de conductas resilientes a través de un enfoque que las transversalice en cada uno de los procesos implementados. 4) Aportando a la disminución dela solución violenta de conflictos mediante procesos de promoción de una cultura de la no-violencia. 5) Promoviendo nuevos códigos de convivencia pacífica en la comunidad que contribuyan al cambio cultural. Es un proyecto basado en los siguientes valores: Diálogo (entre iguales y entre distintos), Participación, Inclusión, Reciprocidad, Horizontalidad, Interioridad-Integralidad-Espiritualidad, Democracia, Autonomía, Empatía, Cuidado y Autocuidado Y en los siguientes pilares: Buen vivir, Bien común, Paz, Seguridad humana y Ternura.
¿Qué impacto positivo tiene su proyecto en su comunidad? Expliquen de la forma más concreta posible cuál es su impacto social, ambiental y/o económico actual. (Max. 500 caracteres)
Durante el tiempo que lleva de conformado el proyecto (2017) y hasta el mes de mayo de 2019, hemos trabajado con cerca de 1431 personas, de las cuales aproximadamente 375 fueron jóvenes entre los 12 y los 29 años. Todas estas personas fueron de forma directa, partícipes de procesos de formación, capacitación y sensibilización. Hoy, cerca del 80% de la población que participa como protagonista de los procesos son gente de la comunidad que fue formada con anterioridad.
¿Con cuál de las cuatro áreas temáticas de este desafío se vincula tu propuesta?
2- Educación - Educación de Calidad (ODS 4) / Trabajo Decente (ODS 8)
¿Qué hace que su proyecto sea innovador?
La mirada del Centro Comunitario Ciudad Cuauhtémoc es una apuesta por el carácter integral y sistémico de los cambios que pueden darse desde los espacios microsociales. Este proyecto justo busca establecer un diálogo con su realidad circundante; un proceso que se comunica con el barrio y sus problemáticas cotidianas (principalmente aquellas asociadas a las violencias comunitarias y criminales), que se comunica con la prisión, a través del trabajo de compañeros que llevan a cabo una defensa diaria de los derechos de las personas privadas de libertad; que se comunica con los colectivos que luchan por el cuidado y preservación del medio ambiente, específicamente del cerro de valor cultural prehispánico en el que nos encontramos (Chiconautla), evitando su deterioro y la contaminación que generan basureros circundantes o proyectos no regulados de minería. Un proyecto que se vincula además con las personas que han sufrido directamente la violencia, como víctimas de ésta; un espacio donde se dialoga sobre las problemáticas de nuestro municipio y de nuestro país, donde hay espacio para que se reflexione sobre los feminicidios, sobre la desaparición, la trata y las violencias de género. El CCCC es un proyecto de carácter educativo y comunitario pero también un proyecto con acento sociopolítico, que no mira hacia dentro únicamente, sino que permanentemente busca ser un vaso comunicante en distintos círculos de desarrollo de las personas y las comunidades que confluyen en él. Un proyecto como este es innovador por la articulación de metodologías y perspectivas que confluyen en la construcción de un espacio comunitario que opta por el cambio de paradigmas y por la disrupción en un plano marcado por la normalización de la violencia y de los mecanismos de participación, desarrollo y protección hasta hoy provistos por la estructura institucional del Estado. En este sentido, se promueve un espacio integrador con todos los protagonistas y procesos; que sin embargo siempre esté marcado por la construcción desde las potencias, empujando así, un proceso de acción y de reflexión permanente, evitando que la vulnerabilidad se vuelva un dispositivo para el control, la estática y la revictimización. El desarrollo (desde la mirada que cada comunidad le dé a este) y la intención global de que posea un carácter democrático, igualitario e incluyente, no podrá ser posible sino se trabaja desde, con y para y no solo "en nombre" de las personas y las comunidades. El CCCC es un proyecto con una misión estratégica, pero con una visión sistémica de los cambios a realizar en el mediano y largo plazo. Es por eso además un proyecto dentro del cual se pueden articular los distintos protagonistas y las distintas agendas que apuesten al desarrollo sostenible de las comunidades. En este sentido el CCCC es un proyecto que se enmarca con las metas a largo plazo de la agenda 2030; sobre todo en los ODS 4, 5, 16 y 11. En el caso del primero (4), sobre todo por el acento que está en la base del proceso : las aportaciones educativas desde el plano comunitario que pueden darse a los entornos formales de las principales metas; por ejemplo, a la contribución que desde un proyecto como este, puede darse al desarrollo de competencias que permitan el reingreso al trabajo decente y al desarrollo de emprendimientos. Sumado a ello, está la aportación en materia de género, de perspectiva de juventudes, de resiliencia y de derechos humanos que aportan a la cultura de la igualdad, aspecto fundamental para eliminar la brecha actual que existe en el acceso a los niveles formales de enseñanza. Finalmente, la aportación más importante de un proyecto como el CCCC al ODS 4 está en la posibilidad de promover la base de conocimiento a través de la cual se viva de forma directa un estilo de vida saludable, sostenible y que contribuya a la igualdad, de género y de oportunidades; que haga una apuesta directa por la cultura de paz y la no violencia. Es en esto último donde se centra el carácter principal del CCCC y de su trabajo para contribuir a la construcción de una nueva forma de hacer comunidad.
Nombre y apellido representante del equipo
Miguel Agustín López Moreno
Equipo
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Buena tarde a todos, centro comunitario con gran responsabilidad social, un espacio para construir una mejor comunidad, en el centro comunitario podemos encontrar talleres en donde además de aprender un oficio se promueve una vida con valores. Saludos
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hace 5 años
La educación es el pilar para la construcción de una sociedad crítica y constructiva, pasos importantes para la paz
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hace 5 años